Abstract:
El presente trabajo de investigación sobre el origen del pensamiento filosófico nos enseña a ubicar en el espacio y en el tiempo el origen de la filosofía ya que el ser humano de hoy en su gran mayoría no se da un tiempo para la reflexión, el análisis. Debido a que se va automatizando y va optando por la vida superflua.
Es importante conocer el origen de la filosofía ya que nos enseña a pensar, nos permite afrontar la vida de manera adecuada. La educación humanística no es solo una educación en el saber sino en el saber ser y estar. Una de
las mayores satisfacciones es enterarse de lo que ocurre y comprenderlo. La filosofía no puede enseñar a dónde nos dirigimos sino a vivir en la condición de quien se dirige a ninguna parte. Vivir sin filosofía equivale a permanecer extraviado entre los quehaceres cotidianos. Está íntimamente emparentada con los dilemas de la vida por múltiples vías: deshace la ambigüedad de los problemas y ayuda a tomar decisiones; analiza y aclara las ideas complejas de la ética, la política, la ciencia. Se dedica a buscar posibles explicaciones de cuestiones abstractas como lo válido, lo justo o lo injusto, lo cierto y lo falso y plantea preguntas olvidadas por la sociedad y útiles para su desarrollo. Educar en la reflexión es importante mucho más aun en los jóvenes que necesitan orientarse y buscar nuevos horizontes despejando todo aquello que nos obstaculiza y nos lleva a la perdición y al fracaso de los valores. Es por eso la filosofía nos debe ayudar a discernir nuestra manera de pensar y de actuar a través de los retos que nos presenta la vida buscando alternativas de solución a los problemas en la complejidad de la vida.
Proponer en los jóvenes un programa exigente y completo en la práctica de los valores, apoyados en una educación que los lleve a un cambio de mentalidad y de perspectiva según los principios filosóficos, abiertos a las realidades tan complejas pero motivadas para explorar y buscar nuevos horizontes.